No hay fronteras, no hay nacionalidades. Llegamos a donde la avaricia nos llevo y acabo con los pobres países que solo eran bandera e himno, más nunca un cordón umbilical que nos ligara por un factor común.
Se hizo más grande las corporaciones que los estados y los absorbió sin gloria quedando un mundo sin nacionalidades ni fronteras visibles dando transito a los mandatos de escritorio y puja por acciones.
El cambio no es de notar en las sociedades, igual nunca han tenido participación y su vida excluyente va mas ligada a sus luchas por sobrevivir.
Se acabaran los ejércitos hostiles pero vendrán los paramilitares sangrientos que no necesitaran juicio para amedrentar a quien vaya en contra de los intereses corporativos.
Las pujas pasaran por leyes de mercado, por peleas de escritorio y por acciones mono políticas
Que siempre trataran de apoderarse de todo a menor valor y sacar provecho al por mayor.
No habrá quien diga nada por que no habrá departamento de quejas y tocara callar y aceptar en silencio el atropello.
Marcaran las calles con avisos luminosos siempre de una gran corporación y a ellos deberemos rendir balances, promulgar sus reglas y cuidar sus estados de cuenta.
Cambios dramáticos se verán, el mundo no para de agitarse por que igual trataran de exterminar toda dependencia que no sea del ámbito corporativo. Las religiones tendrán su debacle y difícilmente se acomodaran a los nuevos tiempos.
Las artes, la música tendrán sus lineamientos marcados y no podrán salirse de ahí por que va en contravía de las nuevas leyes esclavistas.
Todo marchara siempre y cuando no haya brotes de malestar por que los castigos no serán en vano en pos de una mejor corporación.
Sin dios y sin ley tendremos marcados algún símbolo corporativo en nuestras ropas, en nuestras casas, tal vez en nuestros cuerpos y así juraremos por un mejor bienestar en pos del mejor vivir.
Prepárate, el cambio es inminente y no habrá huida por que hasta un tv te cuidara para evitar rebelión, por que toda acción se castigara severamente.
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