De la esperanza perdida
una flor sus pétalos abrió
despertó de su invernal letargo
y vio como en nubes caprichosas
se formaba una nueva ilusión.
Es el amor, amor
ardiente pendenciero
estabas perdido en un amor fallido
o habías ido a otras tierras
o simplemente estabas sedado y dormido.
¡Existes! Ya no eres utopía
tanto te extrañe noche y día
que huía hasta de mi misma melancolía
ven; amada mía, quédate
seamos compañía.
Como vuelves de las fauces del desprecio
el mismo amor ¡te salvara!
como quita el sueño un solo pensamiento
de tu misma alegría me contagiaras
como rompe una dicha una mentira
el mismo mar se desbordara
y tu con tu cariño, contendrás.
Precioso despertar poeta.
ResponderEliminarCariños.
Myiriam.