De caminar por la vida
y conocer lo hipócrita de la sociedad;
incluyéndome.
Ateo sin convicción
creyendo en el creador
dios sumiso
más dudando en todo ser humano.
Mal poeta
forajido y resentido
reflejado en mi nula rima
por no consentir con mi forma de vida; escribo.
Odio a los políticos de turno, mercaderes de momento
detesto a las doctrinas adoradoras de dinero
a las perversiones sexuales
y a toda droga destructiva.
Risas fingidas en mentes confundidas
aquí no hay escape ni salida
toca seguir acomodándose a toda situación perversa
y dejar de creer en lo moral, que no existe.
Soy un ciego que creía en la decencia
siendo un extraño
perdido en el universo.