En estos pueblos llamados democráticos, occidentales dicen
otros, los regímenes son en teoría elegidos por los pueblos, en parte verdad a
medias, por no decir mentira total.
Siempre habrá el poder de manipulación, los poderosos
imponiendo y amañando las leyes y los conglomerados cuidando sus intereses a
coste que sea sin importar a quien dañe.
El pueblo siempre será un observador de tercera, que acata a
regañadientes las imposiciones nuevas y las que se van a crear y nunca los tendrán
en cuenta para ninguna decisión importante.
Suena irónico, trágico, pero así es; siempre desde la
tribuna observando como en el entorno se mueven las fichas quedando quieto en
la misma posición, esperando no más que no lo vayan a estrangular con las
nuevas imposiciones que generalmente son muy rígidas y la justicia implacable
para quien no cumpla.
Si, la democracia tiene un precio y alguien tiene que pagar
y de nuestros bolsillos salen los recursos para mover el engranaje.
A grandes engaños, magnificas ideas que calmen los malos
entendidos y todo lo que se legisla es en favor de los pueblos, para su sano
crecimiento.
Pero esos favores, no beneficio alguno, mas impuestos,
imposiciones, nuevas reglas, siempre en detrimento de una sociedad pasiva,
excluida que siempre acata las decisiones, aunque reniega en recintos cerrados
y termina acatando todo.
Todo tiene su limite y a veces volvemos de lo absurdo y lo
pasivo, con agresividad el mundo da un giro y se desborda por que ya no aguanta
el peso de mas, que desean cargue.
Así es el sistema, con linderos y ovejitas obedientes,
pasivos al extremo, cumplidores de las normas y ahí es donde entra el abuso a
regir, por que quien calla, acepta de hecho las nuevas imposiciones.
Leyes sin sentido, generalmente afectando el bolsillo de los
demás y cargas nuevas que no se les ve ningún beneficio; a eso, toca hacerles
el pare y protestar por que no se puede aceptar que nos saquen de donde ya no
hay mas para dar.
Subversivo no es pedir y exigir los derechos ciudadanos,
tolerante no es acatar todo, estúpido es quedarse callado, por que si el
sistema brinda libertad y seguridad, hay que pedir lo justo así sea traspasando
los limites y devolver injusticia con injusticia para llegar a acuerdos de
justicia plena.
Que todo sea por el bien comunal, pero sin pasar los límites
del abuso vueltos desgracia para empobrecernos.
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